La alta ocupación de camas que genera la crisis del COVID-19 pone en valor aquellas opciones que permiten a los pacientes y profesionales dar continuidad a los tratamientos sin ocupar salas destinadas a hacer frente a la crisis sanitaria.
El sistema de salud argentino fue puesto a prueba el último año en su capacidad para recibir y atender satisfactoriamente a los pacientes afectados por la pandemia de coronavirus, pero también a aquellos que requerían seguimiento, control y tratamiento por otras causas.
En ese contexto de dificultad inesperada, todos aquellos mecanismos que colaboraron con el funcionamiento del sistema de salud (tanto público como privado) resultaron de gran utilidad. Es el caso de los programas de atención domiciliaria que, además de las facilidades habituales que ofrecen a los pacientes y a sus familiares, liberaron espacios y equipos, limitaron la circulación y minimizaron el riesgo de contagios y complicaciones.
Así como los hoteles y centros de exposiciones se reconvirtieron como ámbitos para contener la afluencia de pacientes y aislados, los hogares también funcionaron como satélites de atención segura, siempre que estuviera enmarcada en programas robustos, eficaces y supervisada por profesionales especialmente entrenados.
“El servicio de Best Care funcionó con modalidad virtual durante la fase de aislamiento preventivo y obligatorio. En los meses de marzo y abril de 2020, cuando comenzaron las visitas virtuales, gracias a la versatilidad del equipo tratante el cambio de modalidad se llevó a cabo de forma ágil y sin dificultades. Una estrategia que se utilizó fue la de conformar grupos de trabajo entre los profesionales de cada paciente, con énfasis en aquellos que comenzaban su tratamiento en este contexto. Se potenció así, la comunicación entre los profesionales y de los profesionales con sus pacientes”, describen desde las áreas de Coordinación Médica, Enfermería y Nutrición de Best Care.
Actualmente, en Argentina aproximadamente 30 mil pacientes transitan sus tratamientos en formatos de atención domiciliaria. Para habilitar esta posibilidad, deben cumplirse tres condiciones básicas. Primero, la persona a tratar debe encontrarse estable en su condición general y en relación a la patología que la afecta. Luego, su hogar debe cumplir con los requerimientos básicos del tratamiento. Por último, la familia se incorporará como un factor activo y fundamental en el cumplimiento del tratamiento y el acompañamiento en el día a día.
Todo el sistema funciona si profesionales y pacientes cumplen estrictamente los procedimientos de seguridad sanitaria: “Las visitas presenciales se realizan bajo un protocolo formulado especialmente. Se envía regularmente un kit de elementos de protección personal a cada profesional, que cuenta con camisolín, barbijo, guantes, antiparras, alcohol en gel, alcohol líquido y paños de material no tejido para la higiene de elementos de control de pacientes”, cuentan desde Best Care.
Además de funcionar como un soporte fundamental del sistema sanitario en pandemia, la atención domiciliaria ejerce una influencia emocional y anímica muy importante en los pacientes: recuperarse, transitar un tratamiento o convivir con una enfermedad crónica en su hogar, rodeado de sus seres queridos, sus cosas o sus mascotas crea un ámbito saludable y seguro que puede potenciar los resultados positivos.
A nivel institucional también la atención domiciliaria resulta eficaz: es menos costosa que la atención en clínicas y hospitales, y está incluida dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO) por lo que la reconocen todas las obras sociales y prepagas. Frente a la inminencia de una segunda ola, el equipo de Best Care capitaliza lo aprendido: “La experiencia recogida en 2020 nos permitió evidenciar que se puede brindar calidad de atención a través de la modalidad virtual. Aunque somos conscientes de que, en muchos casos, no reemplaza la atención presencial”. Y destacan que, a diferencia de la primera ola, hoy cuentan con el total de los profesionales vacunados con al menos la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, lo que representa un método más de prevención ante la posibilidad de contagio.
Cita: Fernanda Jara, “Internación domiciliaria, una propuesta que podría liberar camas en clínicas y hospitales para pacientes con coronavirus”, Infobae.com.22 de Marzo de 2020. https://www.infobae.com/coronavirus/2020/03/22/internacion-domiciliaria-una-propuesta-que-podria-liberar-camas-en-clinicas-y-hospitales-para-pacientes-con-coronavirus/